A

NEH

 

La tienes, la contienes,

la cuidas y la mimas.

La conmueves, la despiertas,

la calmas y la alborotas.

La acaricias, la adormeces,

la acunas y la hieres.

Y esta pobre alma mía

ya no sabe si es,

porque de verdad existe

o tan solo porque tú

le insuflas vida.

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